viernes, 27 de febrero de 2009

Paraje Natural "Sierra Pelada y Rivera del Aserrador"

El Paraje Natural de Sierra Pelada y Rivera del Aserrador se encuentra situado en el sector occidental de la Sierra de Huelva, en las estribaciones de Sierra Morena, en los términos municipales de Aroche, Cortegana, Rosal de la Frontera y Almonaster La Real. Su superficie es del orden de 12.226 hectáreas. Fue declarado como tal mediante la Ley 2/1989, de 18 de julio, por la que se aprueba el Inventario de Espacios Naturales Protegidos de Andalucía y se establecen medidas adicionales para su protección (BOJA núm. 60, de 27/07/1989), y es Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA 1989).

El nombre de este Paraje Natural, Sierra Pelada, hace alusión a un área de media montaña que se encuentra en la prolongación occidental de la Sierra de Aracena. Presenta una topografía de contrastes, con sierras lineales cubiertas de vegetación, barrancos profundos y el bosque galería que acompaña al río Rivera del Aserrador.

El Paraje Natural constituye una zona de carácter montañoso con altitudes medias comprendidas por lo general entre los 350-400 metros, donde se observa una acusada influencia de la litología en el relieve.

Cercana al Paraje se encuentra la población de Aroche. En su entorno se localizan vestigios de asentamientos prehistóricos, de los que se conservan dólmenes y menhires, conocidos como las Piedras del Diablo. Y para finalizar, se recomienda la visita al Castillo de Aroche.

Flora

La vegetación del Paraje Natural se caracteriza por la presencia de eucaliptal, pinar, matorral, bosque en galería y dehesa.

En la superficie ocupada por el eucaliptal las especies más abundantes son el eucalipto blanco (Eucaliptus globulus) y el eucalipto rojo (Eucaliptus camaldulensis).

Los pinares están representados en casi su totalidad por pino piñonero (Pinus pinea), seguido por pino negral (Pinus pinaster). En las masas aclaradas se desarrolla un matorral mediterráneo de jaras, brezos y carqueixas, a las que se suma la pionera Halimium ocymoides. En los barrancos y umbrías aparecen el madroño (Arbutus unedo), el jarón (Cistus populifolius), la escoba (Cytisus striatus), el brezo blanco (Erica arborea) y el durillo (Viburnun tinus), entre otros.

Las amplias manchas de matorral pertenecen a las comunidades subseriales de la vegetación potencial que en otro tiempo ocupó estas sierras. El matorral presenta una clara diferenciación entre umbrías y solanas. Dicha diferenciación se debe más a la presencia relativa de cada especie y a su desarrollo, que a la composición específica de la mancha.

En las solanas predomina la jara pringosa (Cistus ladanifer) y los brezos (Erica australis y Erica umbellata), junto a otras manchas donde se reparten el suelo con la carqueixa (Pterospartum tridentatum). En las umbrías además de las especies antes mencionadas se presentan otras más exigentes en humedad y suelo, como el madroño (Arbutus unedo), el labiérnago (Phillyrea angustifolia), la escoba (Cytisus striatus), el brezo blanco (Erica arborea) y el jarón (Cistus populifolius), entre otras.

Pterospartum tridentatum

En las laderas de la Rivera del Aserrador se ha conservado una notable variedad florística, con especies como lentisco (Pistacia lentiscus), cornicabra (Pistacia terebinthus), labiérnago (Phillyrea angustifolia), agracejo (Phillyrea latifolia), rusco (Ruscus aculeatus), torvisco (Daphne gnidium), jaguarzo morisco (Cistus salvifolius), zarzaparrilla (Smilax aspera), almoradux (Thymus mastichina), durillo (Viburnum tinus), mirto (Myrtus communis), parra silvestre (Vitis vinifera subsp. sylvestris) y zarza (Rubus ulmifolius). En los barrancos más inaccesibles aparecen vestigios del bosque original, con pies aislados de encinas y alcornoques, a los que se suman algunos quejigos (Quercus faginea, Quercus canariensis).

Bosque de Quercus canariensis y detalle de hojas-brotes

En el bosque en galería, como representantes clásicos, aparecen el aliso (Alnus glutinosa), el chopo (Populus nigra), el fresno (Fraxinus angustifolia), el sauce (Salix sp) y el taray (Tamarix africana), además de otros característicos del bosque esclerófilo como la encina (Quercus rotundifolia), la coscoja (Quercus coccifera), el alcornoque (Quercus suber), el quejigo (Quercus faginea) y el quejigo andaluz (Quercus canariensis). Las alisedas, en formaciones claras, ocupan márgenes de la Rivera de los Ciries, Rivera de la Helechosa, Rivera del Aserrador, Rivera de la Panera, Rivera de la Pelada. En algunas ocasiones se mezcla el aliso con el fresno y el chopo. Menos frecuentes son el álamo (Populus alba) y la higuera (Ficus carica), la adelfa (Nerium oleander), típica de climas muy suaves, y rodales de diversas especies de sauces (Salix atrocinerea, Salix fragilis y Salix Pedicellata).

En lugares húmedos aparece el helecho (Pteridium aquilinum) y otras especies indicadoras del clima oceánico (Erica lusitanica, Erica scoparia, Erica arborea), propias de las etapas de sustitución de alisedas y fresnedas.

Erica lusitanica

Son numerosas las especies trepadoras y espinosas que se sitúan a caballo entre las formaciones riparias y las esclerófilas. Destacan la zarzaparrilla (Smilax aspera), la madreselva (Lonicera implexa), la parra silvestre (Vitis vinifera subsp. sylvestris), el clamátide (Clematis flammula) y otras lianoides (Tamus communis, Brionia cretica subsp. dioica y Rubia peregrina), que se mezclan con el espinar, con las abundantes zarzas (Rubus ulmifolius) y rosas (Rosa canina). También aparecen algunas encinas, alcornoques, coscojas, lentiscos y acebuches.

En los barrancos más frescos y resguardados pueden encontrase especies como el madroño (Arbutus unedo), la escoba (Cytisus striatus), el durillo (Viburnum tinus), el jarón (Cistus populifolius) y el brezo (Erica lusitanica). Vegetaciones de orla que en los barrancos de poniente presentan arraclán (Frangula alnus subsp. baetica), rosales (Rosa pouzinii, Rosa corymbifera, Rosa agrestis), clemátides endémicas (Clematis campaniflora) y madreselva (Lonicera etrusca).

Clematis campaniflora

Las dehesas de encinas y alcornoques se localizan en las zonas de topografía más suave. Según la naturaleza del substrato, pueden aparecer formando manchas puras o bosques mixtos, bajo cuyas copas se desarrolla un pastizal terofítico con presencia de especies perennes, apareciendo en mosaico manchas de jaral (Cistus monspeliensis, Cistus ladanifer). La regeneración es escasa, mostrándose el estrato arbóreo bastante envejecido y muy recomido en las partes bajas de sus copas.

Fauna

Por lo que a la fauna se refiere, la especie más representativa y de mayor interés del Paraje Natural es el buitre negro (Aegypius monachus) que forma, tanto en Sierra Pelada como en la Rivera del Aserrador, una de las colonias reproductoras más importantes de esta especie en Europa. Para los aficionados a la observación de las aves, desde las cumbres de Pelada, Mármol o Mojón es posible divisar en los cielos el vuelo de esta enorme rapaz y de otras especies amenazadas como la cigüeña negra.

Aegypius monachus

Además del buitre negro, nidifican en el área otras rapaces entre las que cabe destacar el águila real (Aquila chrysaetos), el búho real (Bubo bubo), el águila culebrera (Circaetus gallicus) y el águila calzada (Hieraaetus pennatus). Otras rapaces sobrevuelan el espacio al estar incluido en su área de campeo, como es el caso del águila imperial (Aquila adalberti).

Pueden observarse, además, numerosos ejemplares de buitre leonado (Gyps fulvus), así como otras especies, tales como, las currucas y los córvidos; siguiendo los principales cursos de agua de la zona es posible encontrar a la esquiva y rara cigüeña negra (Ciconia nigra) y a la nutria (Lutra lutra).

También están representadas especies como la comadreja (Mustela nivalis), la gineta (Genetta genetta), el turón (Mustela putoris), el zorro (Vulpes vulpes), el tejón (Meles meles), el gato montés (Felis silvestris), el meloncillo (Herpestes ichneumon), el jabalí (Sus scrofa) muy abundante y el ciervo (Cervus elaphus).

Senderos

Recorriendo el sendero que toma el nombre de la rivera, se descubre que, junto a su cauce, crece un denso bosque de ribera donde el sonido del viento sobre las hojas de chopos y fresnos, junto con el croar de ranas y sapos, acompañará al caminante en su travesía. En tramos, que se alejan del curso fluvial, crecen quejigos y dehesas, compuestas por alcornoques y encinas.

Para conocer más de cerca la sierra, se puede pasear por el sendero señalizado que se adentra en ella. Se observan grandes extensiones de terreno que han sido modificadas por la mano del hombre, en las que la vegetación autóctona fue sustituida por pinos piñoneros y masas de eucaliptos dispuestos en terrazas para la industria de la celulosa. La explotación del monte ha sido el principal recurso de la escasa población de la zona, que se concentraban en poblados forestales como el Centinela y el Mustio. Desde éste último se puede acceder a un paisaje agreste de gran belleza, el Barranco del Aserrador. Entre esta masa boscosa habitan rapaces, como el águila culebrera, o mamíferos, como el gato montés. Otra posibilidad de conocer el entorno es practicando cicloturismo o realizando agradables paseos a caballo.

  1. RIVERA DEL ASERRADOR

    Tipo: SENDERO SEÑALIZADO
    Ubicación: SIERRA PELADA Y RIVERA DEL ASERRADOR ( HUELVA , ROSAL DE LA FRONTERA )

  2. SIERRA PELADA

    Tipo: SENDERO SEÑALIZADO
    Ubicación: SIERRA PELADA Y RIVERA DEL ASERRADOR ( HUELVA , AROCHE )

Normativa

1 comentario:

  1. Muchas Gracias por compartir, es una delicia poder comprobar que existen muchos mas lugares que Doñana o Monfragüe.
    En mis proximas Vacaciones espero poder visitar este Lugar; ya que mi objetivo sería poder fotografiar la Cigüeña Negra y el Buitre Negro; Aunque verlos ya sería una gozada.
    Espero que en mi Blog de Cuaderno de Campo pueda exponer buenas imágenes sobre este paraje y sus Habitantes. Y en mi Guía de aves añadir esos dos ejemplares.
    Un saludo.
    Rafael Gomez.

    http://diavolo2007.blogspot.com/

    http://digisnat.blogspot.com/

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