lunes, 17 de octubre de 2011

Lamprea de río (Lampetra fluviatilis)

La lamprea de río pertenece la familia de los peces agnatos (sin mandíbula) y por eso se diferencia bastante de otros peces. Suelen medir de 18 a 40cm. 

No tiene aletas pares, poseen una aleta dorsal primaria, una aleta dorsal secundaria y una aleta caudal


No tiene mandíbula inferior, y la boca está rodeada por un disco redondo, similar a una ventosa que cuenta con pequeños dientes córneos en forma de minúsculos pero afilados cuchillos, capaz de roer. Por medio de esta boca la lamprea se fija a otros peces y los parasita, alimentándose de su sangre.  

Foto: Biopix: N Sloth
Foto: Biopix: N Sloth
En vez de opérculo branquial, la lamprea de río tiene una fila de 7 pequeños orificios para respiración inmediatamente detrás de cada ojo. El dorso de la lamprea de río es de color gris oscuro uniforme con manchas obscuras en el abdomen.


Reproducción

La lamprea es una especie anádroma, es decir, vive en el mar pero se reproduce en el río. Después de pasar 2-3 años en el mar, la lamprea de río remonta ríos y arroyos en otoño para desovar. Deja de alimentarse y pasa el invierno en el río antes de desovar en mayo-junio en un fondo con grava en agua corriente. Después del desove, los adultos mueren. Las larvas pasan los primeros 3-5 años de su vida enterradas en el lodo del fondo, obteniendo sus alimentos del agua corriente mediante filtración. Después sufren metamorfosis y se transforman en la forma juvenil que tiene ojos, una fase que dura unos 6 meses, durante la cual continúan ocultas. Posteriormente comienzan su migración aguas abajo hacia el mar. La forma lacustre pasa por el mismo ciclo vital salvo que emigra a un lago más grande. 

Distribución y hábitat

En la península ibérica, la lamprea se conserva en los cauces de los ríos Guadiana, Ebro y Guadalquivir, así como en la costa de Galicia y Asturias. En general prefiere ríos de gran caudal, con aguas no demasiado rápidas y se coloca en los tramos bajo y medio. La lamprea de mar nada por el Atlántico Norte, a ambos lados del océano. Sin embargo, el aumento de barreras artificiales y la contaminación marina han hecho que el área de distribución de la lamprea haya disminuido de forma sensible. Las obras de construcción en ríos han reducido su número, aunque no tan gravemente como ha sucedido con otros peces migratorios. 

lunes, 26 de septiembre de 2011

Rutas para ver aves y naturaleza en Sierra Morena. Volumen 01. Sierra de Aracena y Picos de Aroche

Esta misma mañana nos ha llegado al correo de la Asociación el Libro: "Rutas para ver aves y naturaleza en Sierra Morena: 01 Sierra de Aracena y Picos de Aroche" de Rafael Romero Porrino. Desde este blog le damos las gracias, pues se suma a nuestra biblioteca y estará disponible para todos los asociados/as si le queréis echar un vistazo. 
Se trata de varios libros que harán una ruta natural por toda Sierra Morena. En este volumen se recogen 17 propuestas de distinta tipología (trayectos en coche, rutas a pie, paseos para hacer en familia y puntos fijos de observación) y de diferente grado de dificultad, dirigidas tanto al experto naturalista como al pajarero que se inicia. A través de ellas podremos conocer a los más destacados integrantes de su fauna y de su flora, como el pico menor, la boga del Guadiana, la cigüeña negra, el roble melojo, el abejero europeo, el mosquitero ibérico, la peonía, el alzacola, la araña negra de los alcornocales y un largo elenco de seres vivos que pueblan, en vecindad con los serranos, este formidable espacio natural.
Se trata pues de un libro que viene a darnos a conocer más si cabe nuestra sierra en el sentido natural y ambiental, para todos aquellos/as que nos encanta ver más allá y disfrutar verdaderamente de algo más que de un simple paseo.

Rutas para ver aves y naturaleza en Sierra Morena. 1)
Sierra de Aracena y Picos de Aroche
FICHA TÉCNICA

Autor: Rafael Romero Porrino 
Editorial: La Serranía
ISBN: 978-84-15030-27-0 
Páginas: 272 
Precio15 euros 
Fecha de publicación: Marzo 2011

"Construyendo un hogar" Campo de Voluntariado 2011 Huelva, Capítulo 01


Este verano 2011 tuvo lugar en el Paraje Natural Marismas del Odiel, el Campo de Voluntariado ambiental "Construyendo un hogar. Biodiversidad en el Odiel".  Las personas que han asistido al Campo de Voluntariado Ambiental, conocieron profundamente el Paraje Natural Marismas del Odiel (lugar en gran medida reservado debido a su carácter protegido y sus especiales características). Además, han tenido la ocasión de conocer otros espacios litorales de gran importancia. El voluntariado ha aprendido de la mano de monitores, de asociados de Pangea y de la mano de los mejores técnicos profesionales, a construir cajas nido, pirografiar, anillar y capturar aves silvestres, etc y con todo ello, han valorado la importancia de llevar a cabo estas acciones, sensibilizándose con el medio natural que los  ha acogido durante 10 días, así como el entorno social y cultural que caracteriza a estos espacios.

Grupo de Voluntarios/as del Campo de Voluntariado
ACTIVIDADES DE VOLUNTARIADO:

Construcción y colocación de Cajas Nido: se han construido 120 cajas nido, de las cuales 80 son para Paseriformes, 20 son para Autillo y Mochuelo; y 20 para Agateador o Trepador Azul. 


Retirada de plantas exóticas: Tras las charla específica, se procedió a la retirada de la especie Calanchoe o Espinazo del Diablo (Briophylum daigremontianum) de la zona del Dique Juan Carlos I. En total, se retiraron de 80 a 100 Kg.  Un pequeño porcentaje de este peso correspondía a otra especie invasora de la cual también se retiraron numerosos pies: La Hierba del Asno (Oenothera drummondii). 


Construcción y colocación de Tablillas para flora con pirograbado: el taller ha consistido en grabar en tablillas los datos relativos a la especie Codeso o Rascavieja (Adenocarpus gibbsianus): poniendo los nombre común y científico, categoría UICN y algunos dibujos relacionados con su morfología. La colocación de uno de los carteles se llevó a cabo en la zona conocida como El Almendral. El resto de las tablillas se colocarán en Punta Umbría, que cuenta con la mayor población de Codeso del mundo que además, se encuentra situada en zonas fuera de protección de los parajes. 


Captura y marcaje de aves: dividiremos este apartado en tres actividades bien diferenciadas. 
  • Anillamiento de Flamencos: la primera noche de voluntariado participamos en el IV Anillamiento de Flamencos en Marismas del Odiel. Los voluntarios/as se incorporaron a los grupos organizados por los organizadores de Fuente de Piedra (dirigidos por Manuel Rendón), teniendo la ocasión de realizar diversas funciones y vivir esta experiencia tan particular que tiene lugar una sola vez al año.
  • Anillamiento de Mochuelos: se realizó en el Olivar de Niebla durante la tarde noche. El material que portaba cada voluntario consistía en un frontal y calzado cómodo, así como ropa oscura y abrigo para cuando cayera la noche. El resto de material necesario lo aportó la estación ornitológica (redes, barales, etc). La actividad fue explicada y dirigida por el ornitólogo onubense José Manuel Sayago Robles. Finalmente los voluntarios/as pudieron ver de cerca dos móchuelos, un joven y un adulto, y aprendieron a reconocer sus diferencias y hábitos de vida. 
  • Anillamiento de limícolas:  se realizó en el entorno de Paraje Natural Marismas del Odiel, dentro del proyecto continuado durante 13 años por JM Sayago Robles, llamado “Anillamiento Nocturno de Stérnidos y Limícolas”, en el que se han anillado más de 26.000 individuos de 50 especies diferentes y con recuperaciones de todos los países de Europa, la mitad de los países de África y algunos de Sudamérica. Durante el campo de voluntariado, los voluntarios/as han participado en tres noches de anillamiento, en las cuales han abierto las redes, han visitado las zonas de descanso de las aves con las diferentes explicaciones de Sayago, para así conocer el comportamiento de estas. Han tenido el privilegio de anillar con los monitores responsables bajo supervisión, un total de 359 individuos de 9 especies diferentes y capturando 7 recuperaciones de diferentes países. Además de anillar, fueron rotando en las mesas de trabajo, aprendiendo a anotar las capturas, pesar, medir picos y la definitiva suelta.